Juan Pablo Cárdenas, director de la Radio de la Universidad de Chile, editó la frase del título. Después de entregar múltiples argumentos para justificar el interés y las expectativas positivas que pueden generar los Gobiernos de centro izquierda que se han venido constituyendo en el último tiempo en Latinoamérica, su interlocutor volvió a calificar de aventura innominada y peligrosa la búsqueda de formas de vida desconocidas, distintas a las que patrocina el modelo del neo liberalismo en boga. Entonces Cárdenas suspiró y dijo: “Claro...hay que arrodillarse frente al modelo”.

El modelo contiene normas rigurosas.
El modelo indica que no se debe tocar a los empresarios, porque ellos tienen empresas y en consecuencia trabajadores.....¡ellos! tienen trabajadores, no el país! Y si tocas a las empresas, tocas a los trabajadores!

El Estado no puede invertir, administrar o producir, ni siquiera ahora que estamos llenos de dólares y parece que nos veremos obligados a invertir afuera porque hay que salvar el tipo de cambio para no tocar a los empresarios y a sus empresas y porque el Estado es mal administrador, sus miembros suelen ser corruptos, y porque la función estatal corrompe; Y, entonces, ¿vamos a suspender los llamados constantes a la inversión extranjera que han sido tónica permanente de los últimos años y que todos parecemos haber aceptado porque...bueno, porque sí..... porque le hemos creído a los más ilustrados en materia económicas.... Y por último porque parece elemental que el crecimiento económico de un país esté basado en la producción y para producir hay que invertir y el modelo dice que.... Hay que disfrutar de la riqueza simplemente poseyéndola.

El Estado sólo puede crear las condiciones y estimular a los privados para que asuman el rol de productores, inversionistas y/o administradores de los ingresos nacionales.

En los finales del sesenta y comienzos del setenta, cuando se nacionalizó el cobre, también estábamos emprendiendo un camino aventurerista. El modelo que ya se ubicaba en el corazón del capitalismo industrial y electrónico, nos castigó severamente; fuimos objeto de embargos internacionales, amenazas, retiro de inversionistas y otras zoologías terribles que más vale la pena no citar en esta oportunidad.

¿Si no hubiéramos nacionalizado el cobre, estaríamos gozando del superávit que tenemos ahora? ¿Cuánto cobre es de Codelco? ¿Cómo se desnacionalizó el cobre ? ¿Cuándo?

El modelo no admite la regulación cambiaria que parece ser indispensable para aprovechar sin temores o aprensiones la fortuna que está generando el cobre.

Para cambiar el modelo hay que reinventar a Dios.

El pelmazo de la Tele, vuelve a llevar agua para su molino e insinúa que Evo Morales es tonto, porque no sabe lo que está haciendo....está nada menos que desafiando al modelo....a Dios!, En cambio Pinochet abrió nuestra economía y de paso abrió la cabeza de miles de muertos y torturados. Pero no trasgredió el modelo. El modelo es mundial. Todos los países lo usan! Es el camino conocido y triunfador; lo demás es aventurerismo.

No puedo dejar de recordar una réplica de un personaje popular que tenía lugar en una obra de Teatro que montó el ICTUS hace muchos años; en “Pedro Juan y Diego (ICTUS-Benavente) a un obrero relegado al trabajo mínimo de la época se le planteaba la posibilidad de ir a Venezuela y él contestaba que no se iría:

¿Por qué le pregunta su compañero?
Porque no me gusta Venezuela..
Pero si Ud. no conoce Venezuela, le decía el otro.
Por eso mismo no me gusta, porque no conozco Venezuela.-
No hay que arrodillarse frente al modelo. Hay que buscar nuevos caminos, aún cuando no conozcamos Venezuela. Y si nos resulta muy difícil, por lo menos hay que respetar a aquellos que se han atrevido o se atreven a dicho empeño.

Hay que transformar, como dice Carlos Fuentes, los deseos en experiencia y la experiencia en destino.

Nissim Sharim