Este libro pretende reflejar actos de vida, mirando la historia o aceptando la propia memoria o la imaginación. La mayor parte de sus escritos han sido publicados en Diarios como “Siete días” y “La Nación”.
Podemos lamentar que volvemos a las premisas de los viejos teóricos del siglo XIX cuando decían que vivíamos en un mundo en que la pasión carece de ideas y las ideas carecen de pasión.-
Hay que aceptar que los últimos años han generado una suerte de aceptación no siempre consciente de unas reglas del juego que la mayor parte de la gente progresista siempre combatió.-
Quizá la farándula ha logrado mantener la actividad política en la superficie de sí misma.
Quizá haya logrado que muchos traicionen su discurso y establezcan alianzas con sus propios sepultureros.
Es preciso impedir que nuestra identidad política se debilite y desaparezca, como “todo sólido que se evapora en el aire”.
Porque “ lo que un hombre toma de la atmósfera de su época se incorpora a su sangre, perdura en él y ya no se puede eliminar”
La Espera Larga es larga.
Pero hay que lograr que uno sienta que ha sido algo más que un soplo; algo más que un estremecimiento breve.
Si estos escritos generan esa inquietud...
Nissim Sharim