En el año 2004 se decidió renovar todo el Directorio del Canal 7 de TVN por diversas consideraciones. La consideración básica fue la excesiva comunicación y transparencia con que la mayoría de los directores se relacionaron con el resto de los medios; ello, se dijo, perjudicaba al Canal en los negocios frente a los demás Canales de su competencia.-
Se designó entonces un directorio (siempre con equilibrios partidarios) al que, al parecer, se logró comprometer para que su labor fuera prácticamente secreta. Ni una palabra acerca de su acción. Es decir, podría no estarse siquiera reuniendo y nadie lo sabría.
Con ello parece haberse logrado la gobernabilidad en el Canal. Nunca se supo nada acerca de la labor del nuevo Directorio del Canal, salvo hace pocos días cuando la voz del “Directorio secreto” ha salido al aire con todas las campanas repicando para acusar a su Presidente Francisco Vidal de estar emitiendo opiniones políticas. Y también se ha logrado publicitar la disposición de dicho Presidente de no aceptar leyes mordaza a su respecto, Habrá que colegir que cuando el órgano directivo del Canal Público emite opiniones en defensa del Estado, produce daño al Canal; pero cuando ellas son críticas del Gobierno o de algunos de sus personeros, ahí no hay daño, sólo hay transparencia.
Examinemos someramente como el secretismo del actual Directorio de TVN ha logrado cambios que han beneficiado a la Estación.
1.- Continúa vigente la prohibición para TVN, de recibir fondos públicos y la obligación de enterar sus utilidades en arcas fiscales, lo que constituye un poderoso estímulo para que la actividad básica de este Canal sean los actos de comercio.
No ha cambiado nada. Esta situación continúa igual.
2.- La autonomía de TVN siempre ha sido una ficción estatutaria. En lugar de depender del Gobierno o de algún organismo público, se subordina a las empresas privadas, comerciales o industriales. No ha cambiado nada. Continúa igual.
.3.- El pluralismo es sólo una condición impuesta por ley que se aplica a la autoridad que genera los nombramientos del Directorio y que sólo se entiende
en términos de política partidaria.
No ha cambiado nada. Continúa igual.
4.- En la política editorial de TVN no se incluye mención alguna a la estimulación cultural. Esto sigue igual y peor, pues han desaparecido los programas culturales que alguna vez le dieron cierto carácter de dignidad al canal:. Los Patiperros; el Show de los Libros, El Mirador, etc.
Con o sin secreto la TVN debiera encarar los verdaderos propósitos de la comunicación; la inteligencia de ideas y el juego de relaciones y sentimientos que vaya más allá de la banalidad y vulgaridad elementales que tienden a predominar en nuestros medios de comunicación.
El hombre se expresa para llegar a los demás; la comunicación es la manera de abandonar su soledad; pero los que tratamos de entender el fenómeno tenemos que lograr que el hombre se exprese a través de lo mejor de su comunicación. Tenemos que hacer que en él aparezca lo mejor de su condición, no lo peor.
Creer que nuestra TVN puede superar sus problemas de orientación, contenido y calidad a través de directores simplemente discretos o que disimulen su militancia política, es una simplificación que no resiste análisis. Es como pensar que el Golpe de Estado de 1973 y sus atroces consecuencias pudieron haberse evitado simplemente callándose la boca.
Conseguir un equilibrio, claro. Pero sin olvidar que el propósito de nuestra comunicación es vitalizar a nuestro pueblo, permitir que nuestra expresión le facilite la inteligencia y percepción de las ideas y sensibilidad del Universo.
Conseguir un equilibrio, claro. Entender las necesidades de financiamiento que nos impone el entorno en que estamos insertos, pero sin permitir que el esplendor de las ideas y la creatividad sean sustituídos por la idolatría de las cifras.
Conseguir un equilibrio, claro. Pero sin descuidar nunca el intento de conjugar la inteligencia de la mente con la inteligencia del corazón. Sobre todo, cuando se trata de un proceso cuya tendencia es a restringir la cultura a un rol, legítimo pero no suficiente, de distracción y mero entretenimiento, articulada en mecanismos comerciales, perdiendo su capacidad transformadora, liberadora, identitaria y humanista.
Estos son los objetivos a conseguir y la preocupación del directorio de
la TVN debe demostrarnos que hace o intenta hacer al respecto; más allá de la discreción o de la militancia político-partidaria de sus miembros, o de la condición política de su Presidente.